Publicado el 8 de sep, 2021
Municipio presentó nueva imagen corporativa: Destaca su compromiso con la comunidad y releva la figura de Michimalonco
A través de sus plataformas y redes oficiales, el municipio de San Esteban actualizó y lanzó su nueva y renovada imagen corporativo, en la que destacan llamativos colores y posiciona a diversos íconos en la historia de la comuna y del país.
Precisamente, estos colores están divididos en tres segmentos: azul, anaranjado y verde, cada uno con un significado y una figura distintiva.
Azul: Representa la innovación; una comuna con arraigo, que avanza hacía un mejor futuro. A él, se sumó las imágenes de la Pileta y la Araucaria, ambos símbolos tradicionales de la plaza de armas, que es un punto de reunión de la comunidad.
Naranjo: Representa a una comuna viva, en constante movimiento, que crece y se desarrolla junto a sus habitantes. Contiene la imagen del edificio municipal, representando un municipio abierto, independiente, transparente e inclusivo que trabaja con todas y todos.
Verde: Representa un San Esteban con fuerte arraigo a sus raíces campesinas. Que respeta y protege el medioambiente. Sumaron la imagen de Michimalonco, reconocido toqui que habitó y batalló en la comuna, transformándose en un icono en la historia de Aconcagua y de Chile.
Para las letras que conforman el nombre de la Municipalidad de San Esteban, utilizaron los colores de su escudo, resaltando así, su identidad histórica.
El alcalde Christian Ortega valoró esta renovación, ya que implica un nuevo comienzo para la comuna: “Cambiamos nuestra imagen corporativa, que se basa en la cercanía. Por eso, hablamos de una municipalidad más cercana, con símbolos muy importantes para nosotros, como lo son la Plaza de Armas, el municipio independiente que tenemos, y Michimalonco, un toki muy importante que habitó en nuestra tierra, y que es un personaje muy importante de Aconcagua y Chile”, sostuvo.
Esta nueva imagen tiene como finalidad demostrar que se trata de una comuna que avanza hacia el futuro, preservando sus tradiciones, costumbres, y, por sobre todo, que pone a los sanestebinos como el centro principal del desarrollo. Una comuna viva, participativa y moderna.