Publicado el 31 de ago, 2021

Más de 60 niñas y niños participaron de la reforestación del tradicional Parque Cordillera

Más de 60 niñas y niños de distintos puntos de la comuna participaron de la exitosa actividad “!Reforestemos el Parque Cordillera!”, iniciativa desarrollada por la Municipalidad de San Esteban enmarcada en el cierre del mes de la Infancia y adolescencia en la comuna, y que tuvo por objetivo hacer partícipe a la comunidad en las primeras acciones para recuperar este tradicional y querido recinto Aconcagüino.

En la ocasión, los participantes, acompañados por sus familias, profesores y equipos municipales, plantaron árboles del tipo pimiento, especie de rápido crecimiento y bajo consumo hídrico, precisamente para generar conciencia respecto a la compleja sequía que afecta al valle.

“Esta actividad cierra el mes de la infancia en San Esteban. Queríamos hacer una actividad con los niños, con el medioambiente, y que pretende recuperar un espacio muy querido como lo es este Parque (…) Este es el comienzo de un proceso de recuperación y, esperamos prontamente tener noticias respecto a los siguientes pasos para generar la apertura de este recinto”, sostuvo el alcalde Christian Ortega, quien además valoró la alta participación.

Por su parte, Juan Astudillo, histórico y reconocido corralero, quien además donó los árboles, se mostró muy esperanzado con estas actividades, que permitirán ir recuperando un lugar que estuvo durante años abandonado: “Hace muchos años que no enctraba acá, y me encontré con una sorpresa. Está en un abandono total. Por eso, espero que podamos sacar adelante este lugar”, sostuvo.

En tanto, los más entusiastas fueron los niños. Benjamín Muñoz, uno de los participantes, manifestó su orgullo de poder contribuir a la mejora de este parque: “Me gustó mucho plantar estos arbolitos, porque crecerán y ayudarán a mejorar este lugar”, afirmó.

Al finalizar, los equipos de la Dirección de Desarrollo Comunitario y de Educación, hicieron entrega de regalos y colaciones a los participantes, y además, de un diploma que de seguro atesorarán con cariño, pues recalca su contribución al medioambiente y a la preservación de un lugar tan entrañable de la comuna.